C/ Buganvilla 4, Local 2.
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Especialidades
- Infantil
- Psicólogo clínico / Psicoterapeuta
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Es mejor Anticiparse al Problema. Solicite Su Sesión Personalizada. Encontraremos la Mejor Solución.
Contamos con una infraestructura tecnológica y de personal amplia y avanzada, que permite adaptarnos a las necesidades de nuestros clientes, ofreciendo un servicio de asesoría personalizado y de máximo nivel.
Psicólogos Titulares
LUIS MIGUEL LEBRUSAN BARRERA, número de colegiado.
MARÍA MATUTE LOBO, número de colegiado.
IRENE CANDELAS VICENTE, número de colegiado.
¿QUÉ ES LA PSICOTERAPIA DE NIÑOS Y ADOLESCENTES?
Psicoterapia se refiere a las distintas técnicas y métodos que se usan para ayudar a niños y adolescentes que experimentan dificultades con sus emociones y comportamientos. Aunque hay diferentes tipos de psicoterapia, todas dependen de la comunicación para lograr cambios en las emociones y el comportamiento de la persona. La psicoterapia puede involucrar al niño individualmente, a un grupo o a la familia. En el caso de niños y adolescentes, el jugar, el dibujar, el construir y el inventar, además del hablar, son las formas para compartir sentimientos y resolver problemas.
Como parte de la evaluación inicial, el psicólogo de niños y adolescentes determinará la necesidad de la psicoterapia. Esta decisión estará basada en factores tales como los problemas actuales que presenta el niño, su evolución, su nivel de desarrollo, sus habilidades para cooperar con el tratamiento y qué tipo de intervención es más compatible con las preocupaciones o inquietudes. La psicoterapia a menudo se usa en combinación con otros tratamientos (medicamentos, control del comportamiento, o trabajos con el colegio). La relación que se desarrolla entre el terapeuta y el paciente es muy importante. El niño o adolescente debe de sentirse cómodo, seguro y comprendido. Este ambiente de confianza le permite al niño expresar sus pensamientos y emociones y usar la terapia de manera eficaz.
La psicoterapia ayuda a los niños y adolescentes de varias maneras. Además de recibir apoyo emocional, les ayuda a resolver conflictos con otras personas, a entender emociones y problemas y a usar soluciones nuevas para sus problemas viejos. Las metas de la terapia pueden ser específicas (cambios en el comportamiento, mejorar sus relaciones con los amigos), o más generales (menos ansiedad y mayor autoestima). La duración de la psicoterapia depende de la complejidad y gravedad de los problemas. Los psicólogos de niños y adolescentes han sido específicamente entrenados y son expertos en proporcionar psicoterapia.
Los padres deben de hacerse las siguientes preguntas:
¿Por qué se recomienda la psicoterapia?
¿Cuáles son los resultados que podemos esperar?
¿Cuánto tiempo tendrá que estar el niño en psicoterapia?
¿Con qué frecuencia quiere ver el psicólogo al niño?
¿Se reunirá el psicólogo sólo con mi hijo o con la toda la familia?.
¿Cómo nos mantendrán informados del progreso de nuestro hijo y cómo podemos ayudar?
¿Cuándo podemos esperar ver resultados positivos?
El psicólogo de niños y adolescentes podrá contestar a sus preocupaciones y preguntas.
¿CUÁNDO BUSCAR AYUDA PARA SU HIJO O HIJA?
Los padres son normalmente los primeros en detectar cuando un hijo tiene un problema emocional o de conducta. Esta creciente preocupación de los padres, unida con las observaciones de profesores y de otros miembros de la familia, es la manera más común de darse cuenta de que el niño puede beneficiarse de un tratamiento. Es en este momento cuando los padres deben consultar también a un psicólogo de Niños y Adolescentes u otros profesionales para encontrar la manera de ayudar a su hijo.
A continuación se describen algunas señales indicativas de que una evaluación por un psicólogo de Niños y Adolescentes puede ser necesaria.
En niños pequeños:
Cambios importantes en el rendimiento académico.
Malas calificaciones en la escuela, a pesar de hacer un esfuerzo notable.
Preocupación o ansiedad excesiva. Esta puede manifestarse en su negativa para: asistir al colegio, irse a dormir o a participar en aquellas actividades normales de un niño(a) de su edad (juego, dibujo, alimentación, aseo, etc.).
Pesadillas persistentes.
Desobediencia y conductas provocativas a figuras de autoridad.
Rabietas frecuentes y sin razón aparente.
Agresiones.
En preadolescentes y adolescentes:
Cambios importantes en el rendimiento académico.
Uso ó abuso de drogas o de alcohol.
Dificultad para enfrentarse a los problemas, situaciones o actividades diarias.
Cambios significativos en hábitos de sueño o alimenticios.
Violaciones persistentes de los derechos de otras personas de forma agresiva o no agresivas; reto a la autoridad, robo, vandalismo, mentiras, falta de asistencia al colegio.
Mentiras, ocultaciones e invenciones sobre la realidad.
Miedo intenso a volverse obeso(a) sin tener en cuenta su verdadero peso.
Estado depresivo manifestado por un estado de ánimo y actitud persistentemente negativa, con frecuencia acompañado de apetito pobre, dificultad en el dormir e ideas relacionadas con la muerte.
Arranques de ira o malhumor frecuentes.
Contamos con una infraestructura tecnológica y de personal amplia y avanzada, que permite adaptarnos a las necesidades de nuestros clientes, ofreciendo un servicio de asesoría personalizado y de máximo nivel.
Psicólogos Titulares
LUIS MIGUEL LEBRUSAN BARRERA, número de colegiado.
MARÍA MATUTE LOBO, número de colegiado.
IRENE CANDELAS VICENTE, número de colegiado.
¿QUÉ ES LA PSICOTERAPIA DE NIÑOS Y ADOLESCENTES?
Psicoterapia se refiere a las distintas técnicas y métodos que se usan para ayudar a niños y adolescentes que experimentan dificultades con sus emociones y comportamientos. Aunque hay diferentes tipos de psicoterapia, todas dependen de la comunicación para lograr cambios en las emociones y el comportamiento de la persona. La psicoterapia puede involucrar al niño individualmente, a un grupo o a la familia. En el caso de niños y adolescentes, el jugar, el dibujar, el construir y el inventar, además del hablar, son las formas para compartir sentimientos y resolver problemas.
Como parte de la evaluación inicial, el psicólogo de niños y adolescentes determinará la necesidad de la psicoterapia. Esta decisión estará basada en factores tales como los problemas actuales que presenta el niño, su evolución, su nivel de desarrollo, sus habilidades para cooperar con el tratamiento y qué tipo de intervención es más compatible con las preocupaciones o inquietudes. La psicoterapia a menudo se usa en combinación con otros tratamientos (medicamentos, control del comportamiento, o trabajos con el colegio). La relación que se desarrolla entre el terapeuta y el paciente es muy importante. El niño o adolescente debe de sentirse cómodo, seguro y comprendido. Este ambiente de confianza le permite al niño expresar sus pensamientos y emociones y usar la terapia de manera eficaz.
La psicoterapia ayuda a los niños y adolescentes de varias maneras. Además de recibir apoyo emocional, les ayuda a resolver conflictos con otras personas, a entender emociones y problemas y a usar soluciones nuevas para sus problemas viejos. Las metas de la terapia pueden ser específicas (cambios en el comportamiento, mejorar sus relaciones con los amigos), o más generales (menos ansiedad y mayor autoestima). La duración de la psicoterapia depende de la complejidad y gravedad de los problemas. Los psicólogos de niños y adolescentes han sido específicamente entrenados y son expertos en proporcionar psicoterapia.
Los padres deben de hacerse las siguientes preguntas:
¿Por qué se recomienda la psicoterapia?
¿Cuáles son los resultados que podemos esperar?
¿Cuánto tiempo tendrá que estar el niño en psicoterapia?
¿Con qué frecuencia quiere ver el psicólogo al niño?
¿Se reunirá el psicólogo sólo con mi hijo o con la toda la familia?.
¿Cómo nos mantendrán informados del progreso de nuestro hijo y cómo podemos ayudar?
¿Cuándo podemos esperar ver resultados positivos?
El psicólogo de niños y adolescentes podrá contestar a sus preocupaciones y preguntas.
¿CUÁNDO BUSCAR AYUDA PARA SU HIJO O HIJA?
Los padres son normalmente los primeros en detectar cuando un hijo tiene un problema emocional o de conducta. Esta creciente preocupación de los padres, unida con las observaciones de profesores y de otros miembros de la familia, es la manera más común de darse cuenta de que el niño puede beneficiarse de un tratamiento. Es en este momento cuando los padres deben consultar también a un psicólogo de Niños y Adolescentes u otros profesionales para encontrar la manera de ayudar a su hijo.
A continuación se describen algunas señales indicativas de que una evaluación por un psicólogo de Niños y Adolescentes puede ser necesaria.
En niños pequeños:
Cambios importantes en el rendimiento académico.
Malas calificaciones en la escuela, a pesar de hacer un esfuerzo notable.
Preocupación o ansiedad excesiva. Esta puede manifestarse en su negativa para: asistir al colegio, irse a dormir o a participar en aquellas actividades normales de un niño(a) de su edad (juego, dibujo, alimentación, aseo, etc.).
Pesadillas persistentes.
Desobediencia y conductas provocativas a figuras de autoridad.
Rabietas frecuentes y sin razón aparente.
Agresiones.
En preadolescentes y adolescentes:
Cambios importantes en el rendimiento académico.
Uso ó abuso de drogas o de alcohol.
Dificultad para enfrentarse a los problemas, situaciones o actividades diarias.
Cambios significativos en hábitos de sueño o alimenticios.
Violaciones persistentes de los derechos de otras personas de forma agresiva o no agresivas; reto a la autoridad, robo, vandalismo, mentiras, falta de asistencia al colegio.
Mentiras, ocultaciones e invenciones sobre la realidad.
Miedo intenso a volverse obeso(a) sin tener en cuenta su verdadero peso.
Estado depresivo manifestado por un estado de ánimo y actitud persistentemente negativa, con frecuencia acompañado de apetito pobre, dificultad en el dormir e ideas relacionadas con la muerte.
Arranques de ira o malhumor frecuentes.
Equipo
Nuestro equipo
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Licenciado-Master
M-18594.
Luis
Lebrusan Barrera
Especialista en Psicología Clínica por la Universidad Complutense de Madrid.
Experto en Psicoterapia cognitivo-conductual en infancia y adolescencia, impartido por Beck Psicología año 2004.
Formación como psicomotricista de la infancia a la vejez, impartido por la escuela internacional de Psicomotricidad año 2004.
Especialista universitario en Hipnosis clínica, impartido por la UNED año 2004.
Especialista en herramientas no farmacológicas en TDAH 2011.
Asesor de la revista Ser Padres.
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